Entrená tus ojos. Están hechos para ver más allá...
Entonces, yo qué debería hacer? Des- entrenarlos?
Los míos ven más allá de la vida, de la materia, más allá del tiempo,
más allá del viento... Más allá de la rabia, y el tormento,
aún estando cerrados.
Pero no logran despojarse de la frustración, la tristeza,
y el dolor de tener que ver cómo el condenado mundo
cae ante las garras del capitalismo y la injusticia...
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