Pido permiso señores,
este tango...

Este tango habla por mí;
y mi voz entre sus sones dirá,
Dirá por qué canto así.

Porque cuando pibe,
porque cuando pibe me acunaba en tango

la canción materna pa' llamar el sueño,
y escuché el rezongo de los bandoneones
bajo el emparrado de mi patio viejo;
porque ví el desfile de las inclemencias
con mis pobres ojos llorosos, y abiertos;
y en la triste pieza de mis buenos viejos,
canto la pobreza su canción de invierno;

y yo me hice en tangos:
me fui modelando en barro, en miseria,
en las amarguras que da la pobreza,
en llantos de madre,
en la rebeldía del que es fuerte y tiene que cruzar los brazos
cuando el hambre viene.

Y yo me hice en tangos porque...

¡Porque el tango es macho!
¡Porque el tango es fuerte!
Tiene olor a vida
Tiene gusto... a muerte.

Porque quise mucho, y porque me engañaron
y pase la vida masticando sueños;
Porque soy un árbol que nunca dio frutos,
porque soy un perro que no tiene dueño,
porque tengo odios que nunca los digo,
porque cuando quiero...

¡Porque cuando quiero me desangro en besos!
Porque quise mucho, y no me han querido
¡POR ESO!, CANTO, TAN TRISTE...
¡POR ESO!

No me hablen de él,

porque es un pedazo de mi corazón.

Lo quiero, y si un día precisa mi sangre,

MI SANGRE Y MI VIDA POR ÉL LA DOY...

Libertad,

Ilusión,

Amor,

Demencia...

Ilusión...

Ilusión de verte dormir,
de esperar que el sueño te ahogue...
Pues entonces, mi carne se hace real,
y mi aliento deja vaho en las ventanas.

Soy tu Ilusión, sí, solo vos me ves,
con la ridiculez de mi amor bajo el brazo
queriendo que me quieras para poder desenrrollarlo
y envolvernos con él.

Cuando soñás, cuando delirás
ahí vivo yo, entonces aparezco yo,
sintiéndo mis miembros fieles y reales.
Sin quién me sueñe, mi emoción y mi amor,
no viven, no existen...:
Cuando despierta, y la febrilidad lo abandona,
mi recuerdo se desvanece, y se precipita en la nada.

Quisiera ser real aún cuando él me niegue,
quisiera recordar sus ojos, aún cuando, cerrados, descansen.

Mientras se sume en sus sueños,
yo canto ese viejo tango
bajo el agua que cae con rabia,
descalza, andrajosa, pobre y risueña...
Te canto a vos, le canto a mi demencia,
que no es más que eso:
un exceso de amor...

Ya te estas despertando, y antes de desaparecer
debo decirte, que llevo tu nombre escrito en la piel,
sin embargo no avisto ningún gesto de amor
que me deje dormir tranquila,
antes de que vuelvas a soñar
y yo vuelva a vivir, sumida en realidad.


Espero lo leas, es para vos.