"Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime."- Bertolt Brecht.

martes, 28 de septiembre de 2010

QUIZÁS DEBERÍA...

Yo sé que debería escribir,
pero no me nacen escarabajos
en las pestañas.
No me nacen luciérnagas,
no quieren escribir,
no quieren fumarse,
no quieren llorar hasta los decágonos.
Me muero por querer mirar
en lo más idiota de mis tobillos.
Haciendo ochos para atrás,
reboleando un tobillo que no sale de puerto...
La luz crea narcóticos de sal,
y los distribuye entre cartón,
los hiela, los escupe.
Nota siluetas que mojan a traves
de los ojos.
Ya no tiene nada que ver
el piso escrito con fibrón,
y los verdes párpados
arañados con cristal...


martes, 21 de septiembre de 2010

ÚLTIMA ESPERANZA...


Vibrando como carótidas de cristal,
cincuenta estrellas de algo más
frágil que el macramé.
Noches de angosto y kerosene.


Alambres hipoacúsicas,
entretejidas con carne,
todas cosas ya crecidas, ya infectas,
ya transcriptas.


Disfraces, finos, mohosos,
como días que no quieren ser árboles.
Mueren porque no quieren
fagocitarse al mundo.


Un último dedo erecto,
lo inflamable de su uña funcionando
como pábilo de la última vela.

lunes, 6 de septiembre de 2010

PARAGUAS JUBILADOS
UN RUEGO EN LA BOCA,
UN RUEGO EN EL ALMA



Un par de pies agujereados
arrastran la humedad
a lo largo de toda la calle.


Van escupiendo lo palpable de la lluvia
por los agujeros en la lona,
en la piel, y dentro de eso,
más todavía.




La espalda cruje
con ideas de libertad,
finje no le importa
el quilombo helado
que entra por el pecho,
por la marca de cabaret que cuelga del cuello.


Dejando el rastrito de agua,
lágrimas y mocos,
las manos en los bolsillos,
las letras en las amigdalas.
En desiertos de caracoles,
entre ramas muy agudas,
muy arañas,
estan estos paraguas retirados,
seniles, desnudos,
dados vuelta por la degeneración del viento
que quiere soplarles las colas metálicas,
y los arrastra en esquinas, en cordones,
en las copas vacías de los árboles.


Quizá, una se pregunta
qué es lo que cruje cada otoño,
y se hace la idea de estar imaginando.
Sin embargo, los paraguas desvensijados
siguen manoteando las ramitas para no caerse,
el óxido los retuerce,
le temen más al piso, a la fuerza del viento
que a la prisión creciente de los árboles.


viernes, 3 de septiembre de 2010


Te esperé hasta
que el cielo se cayó.


No me sirven tus muñecas arañadas
ni los escondrijos de sol que me traes
como pruebas de que el mundo aún vive.
Yo quiero hechos,
y vos seguís sin ser un río,
seguís sin alimentar mis bracitos de césped verde...

miércoles, 1 de septiembre de 2010


Qué se yo, siento que te extraño.
Mis palmas deformes
extrañan tus pezones tan... Aterciopelados.


Recuerdo haberte abierto un agujero
en medio de los pulmones,
entre medio de las algas en tu pecho.


Tu piel
con sabor a crema y deficiencias cardíacas.
Tu cuello, que era mi sombra, y
tu vientre que era mi espalda, mi almohada...


Tus ojos
que
no se ven.
Lloran
caramelos
con sabor a
molinetes...