"Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime."- Bertolt Brecht.

martes, 25 de mayo de 2010

NADA QUE VER.


Tomándome el pelo
como si este fuese
una extasiada copita de ron
que baila en aquella lengua dormida,
insuficiente para tante sangre caliente,
movida por fuerzas no naturales
de las que la experimentación
genética tal vez no tenga nada que ver...

Estas consumiendo todo el tiempo,
esas semillas violáceas
que cuelgan de tus dedos intermitentes,
cosa que deja en tu aliento,
en lo blanco de tus ojos, en tus nervios,
y en tus pensamientos críticos
mucho que desear,
pero de seguro, Monsanto y su laboratorio
no tuvieron nada que ver...

Se agita presurosa en tu cara nacarada,
en tu pecho atrevido, superior,
una especia de azúcar pastosa, negra,
desoxidante, y corrosiva
que hace que todos tus límites queden borrados
y la piel tan oscura como lo que ingerís
sea naturalmente pisoteable,
pero pongo las manos en el fuego
a que Coca- Cola no tuvo nada que ver...

Repuslivos ya de embriones,
exquisitos en derechos no nuestros,
sostenedores de idealos elitistas
y abandonadores, profanadores
del pueblo que nos parió,
y con análisis profundo entiendo
que el sistema capitalista no tiene nada que ver...

Gemimos todos juntos,
nos aullamos en los tímpanos mordidos,
nos reventamos desquiciados la capacidad
de escuchar, y jamás estamos oyendo.
Nos compenetramos en tragedias,
nos morimos en venganzas,
nos lamemos en cadáveres,
nos lanzamos bombas de algo más pesado que chocolate,
nos acariciamos las tumbas,
nos lloramos los nombres, las voces, los placeres,
nos pudrimos en cajas de concreto,
y unimos nuestra sangre espesa con la brea caliente.
Pero de seguro esos no somos humanos,
y los humanos no tenemos nada que ver...




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