"Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime."- Bertolt Brecht.

sábado, 29 de mayo de 2010

USTED, SEÑOR...


No vuelvas a poner una hombrera en mi tobillo.
Con rejas bajitas y una hiedra,
la hiedra llama mi atención
y es un sarpullido en el codo de un alma.

La PUTA madre le dije a mi cavidad craneana
moviendo mis raíces en el centro de la médula,
y mordí mis labios con lo que quedaba de astilla de huesos
hasta que ya no pude ver
porque los globos oculares rodaban por la mugre de las suelas chiclosas,
con las pelusas colgando del nervio...

Ahora, tengo que apoyar mis tímpanos estallados
en la clavícula de la almohada peluda;
ahora tengo que ver caer a la respiración desde el techo en adelante
hasta la caverna que está debajo de mis talones,
arados con barro y consignas de metal.

No pretendo ver más allá de la esquina que guardan las onomatopeyas,
sin ser quién roa las costras de la piel mugrienta.
Todo esto me lleva a verlo, a usted señor, de una manera urgente
tan represiva que no pueda siquiera el cartílago estirarse
a consumir esa mezcla rabiosa, ese aire pegajoso
que se ama en los pulmones y se aparea en sus paredes
y se ahoga en la tráquea, teniendo ni dos agujeritos para respirar.


2 comentarios:

  1. me encanta noe..! la primer frase la dije yo!! jaja :) te amoo pendejaa..escribis hermosa,no desaproveches tu talento

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