"Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime."- Bertolt Brecht.

martes, 3 de agosto de 2010

LAS CEJAS DE INVIERNO...



Me dejó sobre el jean que no me extirpé,
calada entre la tela,
su entrepierna de nácar.
Con un cuadrillé de camisa nocturna,
inundó sus bordes desnudos sobre mí
y me dió ansias saber que se
sentaba donde yo crecía.
Entre mis dedos acalambrados del estupor
un par de cielos que brillaban en la oscuridad,
como el aire que empuja para salir en un suspiro.




Tan dispersa como el polen, sus
gemidos se apuran a morir en los rincones,
acribillando ME (y a mi cuerpo blando).
Sus "ellas" anteriores la espían
por las ranuras
de su desnudez frontal, bajo la ausencia
de ropa interior, bajo
las (mis) manos ya molidas que
no dejan de pasar entre
su espalda y su ombligo...

Con un abrazo resfriado,
encadena su mullido latir
contra este pedacito de "volcán en celo".
Las ojeras se le caen por las lágrimas,
la curvita de su espalda, se acaba
en una gota de invierno
y el sueño se me tritura en años
cuando ella se acuesta a mi lado,
para respirarme con su boca caprichosa
las últimas agitaciones.





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